Es un canto al dolor. No para regodearse en ña muerte sino para celebrar esa vida. Pero respetando el derecho de sus hijos de no ser. La poesía trastoca lo oscuro en luminoso. Pero sigue siendo dolor. Del más crudo que no se va. Como lectora entramos al libro, cada poeta nos toma de su mano y no salimos igual
No soy de leer poesía, sin embargo es imposible que no se te arrugue el corazón con cada poema, que te va pasando por las etapas del duelo, incluyendo el momento cuando el dolor se va desdibujando y la madre no quiere perder el dolor... Desgarrador.
Dos grandes poetas unidas por una tragedia en común. Vaya genio poético el de ambas. Es muy interesante leer poemas de ambas sin saber, en primera instancia, quién ha escrito qué. Ese juego con la figura autoral crea un yo lírico coherente a lo largo de todo el texto, a pesar de que es una recopilación de otros textos