―Alguien podría vernos.
Su mano tira de mis bragas hacia un lado, acariciándome. Y ya estoy mojada.
―Bien. ¿No te has dado cuenta de que me va eso? Adelante. Haz ruido. ―Su boca recorre mis clavículas―. Espero que alguien te vea cabalgando mi polla. Gritando mi nombre. Espero que se lo cuenten a todo el mundo. Que lo impriman en cualquier periódico de mierda que tengan en esta ciudad. Que salga un cartel en la carretera.