¿esta chica sabe ya que se casa contigo?
Me muerdo el interior de la mejilla, negándome a darle la satisfacción de reírse de su sarcástica indirecta.
―Todavía no.
―¿Sabe siquiera que existes? Acosar es ilegal, ¿sabes?
―Mamá. Jesús. Sí, ella sabe que existo. Aunque creo que ella podría estar tratando de olvidar.