Leí los anteriores y este fue el que menos me gustó.
Aunque me gusta que los temas que toca Dahlia, denuncian una realidad presente en el país desde hace años. Sin embargo, sus forma de escribir no es de mu agrado, defiende el no elitizar las letras, pero hay forma de no hacerlo y tener una mejor narración incluyendo las formas de hablar de algunas personas.
También siento que los temas relacionados al narco sin tocados muy por encima y con una visón de una persona que casi no ha vivido ese contexto.
Aparte, hay veces que da la sensación que defiende la narcocultura.
Un libro incómodo, así como es el reflejo de una situación sociopolítica actual, sabemos que existe pero no queremos ver ese reflejo porque cala, porque nos sentimos con superioridad moral o simplemente porque con “mis privilegios” no es mi realidad.
Un libro desafortunadamente bastante actualizado a la realidad mexicana. Un libro que abraza y acompaña, espejo de la realidad y escrito con la crudeza necesaria para mirarnos en él.
Dahlia lo hizo de nuevo! es una genia, sus historias son siempre conmovedoras, crudas, divertidas y desgarradoras por igual. Me encanto!!
Es increíble la capacidad que tiene Dahalia para mezclar filosofía y música con cada historia, me quedo encantada, identificada y con más de una reflexión que me lleva a querer seguir leyéndola.
Una lectura dura pero que te mantiene leyendo hasta el final, lo termine en un solo día y me gusta la manera en que construye a los personajes, en este libro no hay personajes completamente buenos ni malos lo cual me parece es un acierto, teniendo en cuenta el contexto que se narra en el libro.
El estilo tan auténtico, tan salvaje, tan crudo de narrar las historias, nos da una cara idea de lo mal que está nuestro país, nuestra juventud, nuestros políticos. Triste. Muy triste. Ojalá encontremos la salida.
Esta bien chido encontrar a Medea tejiendo todas las historias con sus trencitas y sus tatuajes de serpientes ¡y como no! ... Una kittychela.
Excelente