el asesino es un monstruo, encarnación del mal absoluto, irredimible, inadaptable, irracional y detestable, el policía es representado como su Némesis absoluta, es decir, un héroe, encarnación del bien absoluto, que sacrifica su propia vida privada al servicio del cuerpo policial y la sociedad, y que combina racionalidad con empatía hacia las víctimas con las que se involucra personalmente. En algunos casos estas representaciones incluyen sugerencias más o menos explícitas o implícitas que sugieren al espectador que el policía lleva dentro de él o se contagia de algo del asesino serial; en otros casos el policía es un asesino serial.