en cuanto estuve presa, Adán, mi marido, se quedó solo. Solitario y en lágrimas, se dirigió a su Señor, y entonces Dios le creó una mujer a partir de su costilla, y la llamó Eva, y la hizo el segundo modelo. La concibió para que disipara la muerte de su corazón, y garantizara la preservación de la descendencia