Terapia Vincular-Familiar

El objetivo es que los padres recuperen su propio lugar de hijos para permitir que los niños dejen de sostener problemáticas que no les pertenecen, pero los afectan profundamente.

figuras protectoras, bajar la autoexigencia de poderlo todo y aprender a trabajar en equipo.

El abandono del maltrato y la violencia cotidiana permite a los niños internalizar una mirada mucho más amable y confiable de los padres o docentes y de sí mismos. Les permite salir de la desvalorización, mejorar su autoestima al sentirse útiles, valiosos, salir de la soledad interior al revalorizar y reincorporar a sus padres como fi

consiste en valorizar la mirada de aquel que tiene mayor conexión emocional y menos descontrol para percibir lo que está ocurriendo (por lo general, suele ser la madre) en tanto el otro debe validar esta mirada

Una cosa es empatizar con la frustración de un niño y validar sus sentimientos, y otra muy distinta es legitimar los juicios críticos y desvalorizantes que hacen a veces de sí mismos a través de pensamientos como “No sirvo para nada”; “No puedo”; “No me sale” o “Soy un tonto”.

Poder expresar los sentimientos, entender, respetar, aprender a poner en palabras e interpretar la frustración no significa ceder a caprichos o a conductas dañinas o descalificantes hacia nosotros como adultos. Pensemos que los niños tienen una fuerte intolerancia a la frustración: la interpretan como falta de amor, por eso es tan importante que los padres y educadores desarrollemos recursos de contención. Porque también en el aula es necesario aprender a poner en palabras lo que está sucediendo a nivel emocional, ser descriptivos sin criticar ni desvalorizar.

aleja a sus padres por el miedo a la indiscriminación que fantasea y proyecta desde su propia posición simétrica. Por eso nuestra firmeza en la comunicación cotidiana aporta un límite indispensable para despejar el miedo a la confusión

El niño o adolescente simétrico maltrata o ningunea porque no registra suficientemente la diferencia entre yo/no-yo. Pretende que el otro sea su espejo, que lo adivine, se anticipe a sus deseos y cumpla sus órdenes, y se frustra y enoja cuando no lo logra.

interrumpir la comunicación cuando no hay escucha, ser capaz de no entrar en debates infructuosos, plantear la necesidad de comunicarse frente al aislamiento del otro, saber alejarse afectivamente cuando hay maltrato o falta de registro.

inclusivo, participativo, capaz de conectarse emocionalmente con el otro, poder comunicar lo que está sucediendo, plantear las propias limitaciones, pedir ayuda y expresar los sentimientos no solo son situaciones compatibles, sino que requieren de la firmeza del adulto para convertirse en herramientas exitosas de comunicación.