La imagen cambia para mostrar la plaza mayor del Distrito 8, que reconozco porque estuve allí la semana pasada. Siguen viéndose las banderolas con mi cara colgando de los tejados. Debajo de ellas hay una turba, la plaza está llena de gente gritando, con el rostro tapado con trapos y máscaras caseras, tirando ladrillos. Los edificios arden, los agentes de la paz disparan a la multitud y matan de forma indiscriminada.
No había visto nunca nada parecido, pero sé que no puede ser otra cosa: soy testigo de lo que el presidente Snow llama un levantamiento.