En 1975, la atención del mundo captó una roca espacial que viajaba por nuestro sistema solar. A diferencia de otros meteoritos en el espacio, presentaba unas firmas muy inusuales en el radar y emitía señales de radio que sugerían que podía tratarse de una pieza de tecnología alienígena flotando en el espacio.
Toda la comunidad científica quedó fascinada por esta anomalía en el espacio, pero eso pronto se transformó en horror cuando cambió de rumbo y puso rumbo a la Tierra…
Treinta años después, ¡desapareció del espacio!
Casi de inmediato, varios informes de avistamientos de una nave extraterrestre comenzaron a surgir de la República Unida de África-UAR, convulsionada política y económicamente. La inestabilidad política de esta potencia de África occidental tiene su origen en un elemento raro, el yorubio, descubierto quince años antes. Este preciado elemento ha demostrado ser la solución definitiva a las crisis energéticas mundiales, de ahí la desesperación de diversos intereses políticos por acceder a él y extraerlo.
La República Unida de África alberga ahora dos de los descubrimientos más importantes de la historia de la humanidad: el yorubio y una nave extraterrestre.
Como era de esperar, se ha ejercido presión internacional sobre el pueblo y el Gobierno de la República Unida de África para que entregue la nave espacial alienígena a un comité de naciones más avanzadas tecnológicamente, con el fin de contener la amenaza que la nave espacial alienígena puede suponer para la humanidad.
Lo único que se interpone en su camino es ''El hombre del platillo'', que puede ser humano o extraterrestre.
(Este libro también está disponible en francés e inglés)
