Karma al instante

–Entonces –Quint traga saliva–, ¿tienes algún plan para hoy?

Quiero decir: planeo pasar el resto del día recordando con detalle la noche de ayer, analizando cada palabra que se dijo, recordando cada toque, embelesándome con cada beso, hasta derretirme en un charco de baba con forma de Prudence

–¿Qué les pasa a las chicas con las galas? –pregunta Jude.

–Es gracioso, Quint preguntó exactamente lo mismo. La pregunta es, ¿qué tienen los chicos en contra de las galas?

–Prudence, te protegeré de los tiburones.
Se me escapa una carcajada ruidosa.
–Gracias. A decir verdad, estaba esperando una solución machista.
–Prefiero caballerosa –alza sus cejas–, pero continúa.

ego miro al voluntario detrás del mostrador y veo que no es un desconocido. Es Ezra.

Me sonríe y saluda de manera agradable.

–Te ves bien, Prudence.

Casi no registro su comentario por mi irritación con Quint, pero… hay que reconocer que Ezra Kent es bueno suavizando situaciones tensas.

pensaba terminar los tostones, hubieran desaparecido mucho antes de que él llegara.

Resoplo y tomo un nacho.

ante a este equipo todo el año e hice mucho más que mi parte. En cuanto a mi concierne, soy lo mejor que le pudo haber sucedido.

la mayor parte del tiempo.

No está para nada bien. Pero nada puede hacerse ahora.

Me pongo de pie lentamente, guardo mis notas en mi bolsillo, tomo la presentación y la bolsa de tela que traje repleta de materiales extra. Mis

Supongo que puedo comprender por qué Ari anhela crear música. Parece tener una asombrosa capacidad de cristalizar un momento. De hacer que el mundo parezca brillante, mágico y correcto de repente.

: Solo son diez minutos de tu vida, Prudence, y luego terminará y podrás seguir adelante. Solo diez minutos. Puedes hacerlo.

Hasta se lo mencioné ayer. “Recuerda, Quint, ten