Ya no me engaño pensando que es feliz o que está realizada. Solo sé que sigue. Con los años, los años, aprenderá a expresar amor cuando solo sienta odio y fatiga. Pronto estas dos emociones no serán tan esencialmente distintas. En mitad de la noche oscura número cuatrocientos, durante un momento efímero destinado a desvanecerse, solo habrá una mano que acaricia rítmicamente la piel de un niño; el amor está en los dedos. La cólera que horada el corazón no dañará al niño, de momento