Si amo a Perrita Country es por su singularidad. Deducir por ello que me gustan los perros, todos los perros, es como pensar que, porque una vez me enamoré de un hombre, me gustan todos los hombres. Nada más lejos de la realidad. Nada más lejos.
Sin embargo, la afirmación «me gustan los gatos», por tajante y simplificadora que sea, no me genera la más mínima duda