Si la gente no comprende el mundo en que vive no es solo porque no comprenda o no vea esa infraestructura de explotación que se ha vuelto invisible, sino a la vez porque el lenguaje marxista encargado de explicar todo esto, se ha vuelto también invisible: padece una esclerosis múltiple que lo ha llevado a la parálisis (la metáfora favorita de Joyce, a la que volveremos enseguida).