“La plenitud del amor al prójimo estriba, simplemente, en preguntar al prójimo: ‘¿Cuál es tu tormento?”
Cuando vi la película “La habitación de al lado” (escrita y dirigida por Pedro Almodóvar), no me percaté que se basaba en este libro de Sigrid Nunez, tristemente, no tengo un buen recuerdo de ella, este año leí “Los vulnerables” y no me gustó para nada, y aunque este libro me gustó más, no consiguió eclipsar la genialidad de Pedro y las actuaciones tan poderosas de Tilda Swinton y Julianne Moore.
El título de esta novela es bonito (What Are You Going Through), no me gusta más que el título en castellano, esa palabra: tormento, encierra demasiado, la narradora de esta historia es alguien que sabe escuchar, porque entiende que todo el mundo necesita ser escuchado, y esa virtud es la que se vuelve fundamental para lo que está por pasar, ella visita en el hospital a una amiga que padece un cáncer terminal y decide instalarse con ella en su casa para acompañarla en sus últimos días.
Las dos conversan, ven películas, leen, recuerdan la infancia, ríen y hablan de sus complicadas y no siempre satisfactorias relaciones personales; una escucha, mientras la otra se diluye.
Primero, diré que es un libro conmovedor y valiente, el tema de la muerte en cualquiera de sus formas, es siempre polémico y causa escozor, Sigrid no se centra en ello, se centra en el enorme poder de la empatía y la amistad a la par que nos invita a reconocernos como una criatura más en un planeta que entre todos estamos llevando a la agonía; hay que aprender a decir adiós, no se puede estar listo para eso, pero acompañar y saber despedirse debería ser más importante de lo que es, mi tormento fue ver partir a mi padre, pero ante la inevitabilidad ¿Qué queda? Resignación y acompañamiento, estar ahí perfora el pecho, deja inerte y aplasta la vida con cada respiración que nos permite un segundo más que le roba a quien se va, como dice LOL “siempre me dicen: deja la cabeza y hazle caso a tú corazón, pero que hacer cuando tu corazón está fatal de la puta cabeza.”
A ver, sí que estaba predispuesto a Sigrid, lo admito, tomé el libro con cierta preocupación, luego estaba muy confundido porque la historia me pareció infinitamente similar a la película, y despues, ya avanzado el libro, me ganó. Sigrid Nunez escribe con una prosa sencilla, despojada de sentimentalismos y adornos, pero repleta de ideas, de vida, de compañía y sentido; el libro es una flecha directo al corazón, la película, una tormenta para los ojos.