Una novela de deseo, memoria y silencios que duelen más que las palabras.
Cuando Elías Ferrer acepta una invitación para alojarse en una antigua finca junto al mar, no imagina que está cruzando el umbral hacia una historia que no es suya… pero que terminará poseyéndolo.
La casa lo recibe con una calma irreal: pasillos que amortiguan el sonido, puertas que se abren solas, retratos que no miran a nadie. Y en el centro de ese silencio: Ava Berenguer. Enigmática, lúcida, dañada. Ella no lo seduce. Lo tolera. Lo observa. Lo deja quedarse.
Oscar, el tío de Ava, murió allí. Cayó por el acantilado. O tal vez se dejó caer. O alguien lo dejó hacerlo. Nadie habla. Nadie olvida. La herencia que Ava arrastra no es de bienes: es de cicatrices.
Entre conversaciones cargadas de subtexto, habitaciones cerradas con llave, y una relación que oscila entre la ternura y el filo, Elías comienza a descubrir que el verdadero misterio no es la muerte de Oscar, sino todo lo que sobrevivió a ella.
Donde empieza la grieta es una novela gótica contemporánea donde el amor no salva, el deseo desorienta, y la verdad no libera: solo transforma. Con una prosa afilada y poética, Rafael González teje un relato de atmósfera hipnótica y heridas que se heredan en silencio.