El sexo clínico, desprovisto de todo el calor del amor —la orquestación de los sentidos: tacto, oído, vista, gusto, y todos los acompañamientos eufóricos, la música de fondo, los humores, la atmósfera, las variaciones—, le obligaba a recurrir a los afrodisíacos literarios.
Abi López Ortizfez uma citaçãohá 21 dias
. La caída fue mayor de lo que ella había conocido nunca, porque se había aventurado muy lejos en la emoción, y se había abandonado a ella.
almoamantesfez uma citaçãohá 2 anos
sto es lo que ha producido nuestra época, porque la tensión entre lo masculino y lo femenino se ha roto. La mayor parte de la gente es mitad y mitad.
almoamantesfez uma citaçãohá 2 anos
sexo debe mezclarse con lágrimas, risas, palabras, promesas, escenas, celos, envidia, todas las variedades del miedo, viajes al extranjero, caras nuevas, novelas, relatos, sueños, fantasías, música, danza, opio y vino.
almoamantesfez uma citaçãohá 2 anos
mezclarlo con la emoción, la ansiedad, el deseo, la concupiscencia, las fantasías, los caprichos, los lazos personales y las relaciones más profundas,
almoamantesfez uma citaçãohá 2 anos
El lenguaje del sexo aún está por inventarse
emanonfez uma citaçãohá 2 anos
¿Qué se había hecho de aquel indomable y voluntario salvaje a quien encontrara en un camino de montaña una deslumbrante mañana? Ahora estaba domesticado.
emanonfez uma citaçãohá 2 anos
Se enfurecía y procuraba conquistarla con las caricias más salvajes. A veces la trataba brutalmente, como si fuese una ramera y pudiera pagarle por su sumisión. En otras ocasiones se esforzaba por enternecerla con mimos. Se volvía pequeño, casi como un niño, en sus brazos.
emanonfez uma citaçãohá 2 anos
«Ahora su mano me levanta despacio el vestido; muy despacio. Primero me mira. Una mano descansa en mis nalgas, y la otra comienza a explorar, deslizándose, describiendo círculos. Ahora introduce el dedo allí, donde está húmedo. Lo toca del mismo modo que una mujer toca una pieza de seda para comprobar su calidad. Muy despacio.»
emanonfez uma citaçãohá 2 anos
Cuando el deseo hubo permeado cada pequeño poro y cada pelo de sus cuerpos, se abandonaron a violentas caricias.