ciñámonos a la idea de que, entre cuerpos o sistemas próximos, se da, de manera espontánea, natural, un intercambio de energía (que va en una dirección más que en otra) en pos de un equilibrio que tiende más a la nivelación, la uniformidad, que a la diferencia, y siempre con pérdidas de energía útil por el camino (pérdidas que no son recuperables).