Historia de la sexualidad /Vol. 1. La voluntad de saber

Quien usa ese lenguaje hasta cierto punto se coloca fuera del poder; hace tambalearse la ley; anticipa, aunque sea poco, la libertad futura.

podía tolerar que fuera a dispersarse en los placeres, salvo aq

dispersarse en los placeres, salvo aquellos, reducidos a un mínimo, que le permitiesen reproducirse?

el sexo es reprimido con tanto rigor, se debe a que es incompatible con una dedicación general e intensiva al trabajo;

pues el menor fragmento de verdad está sujeto a condición política.

Hablar contra los poderes, decir la verdad y prometer el goce; ligar entre sí la iluminación, la liberación y multiplicadas voluptuosidades; erigir un discurso donde se unen el ardor del saber, la voluntad de cambiar la ley y el esperado jardín de las delicias: he ahí indudablemente lo que sostiene en nosotros ese encarnizamiento en hablar del sexo en términos de represión;

Si el sexo está reprimido, es decir, destinado a la prohibición, a la inexistencia y al mutismo, el solo hecho de hablar de él, y de hablar de su represión, posee como un aire de transgresión deliberada.

si el sexo es reprimido con tanto rigor, se debe a que es incompatible con una dedicación general e intensiva al trabajo

Sin duda porque es fácil de mantener. Lo protege una seria garantía histórica y política; al hacer que nazca la edad de la represión en el siglo XVII, después de centenas de años de aire libre y libre expresión, se lo hace coincidir con el desarrollo del capitalismo: formaría parte del orden burgués

Se mantiene este discurso sobre la moderna represión del sexo. Sin