Su relación con la política, especialmente en lo electoral, era muy parecida. No querían formar parte de ningún grupo y por supuesto no se consideraban parte de ninguna clase social. A lo sumo querían huir del concepto de clase trabajadora, al parecerles uniformador y poco atractivo, aunque muchos formaran parte de ella, mientras que aspiraban a formar parte de las clases altas. Así esta clase media, esta clase aspiracional, tenía un espíritu trepador y su relación con lo electoral se limitaba a exigir siempre desde su preciada individualidad medidas que parecía que favorecían su espíritu emprendedor, aun cuando a veces fueran en contra realmente de sus propios intereses.