Animalia

Quisiste ser recordado como un rey, como un grande

Pero pequeño y torcido quedará tu recuerdo después de que te mastiquemos

Serás el monstruo con el que asustamos a los niños

El cuco que se roba los bebés mientras duermen

El hombre de la bolsa que las criaturas temen cuando se portan mal

Pero nada más

Mastiquen a Ricardo

Un asusta viejas

Una historia de bar

Un libro de saldo en el mercado

Un chiste mal contado que dejaremos de usar

Un error que la naturaleza,

justa y sabia,

con el tiempo enmendará.

E DIGO A QUIEN ME LO PREGUNTE QUE TENGO UN MÉTODO PERSONAL EN EL QUE ME IMAGINO UN ANIMAL PARA MI PERSONAJE AH DICEN LOS IDIOTAS QUÉ INTERESANTE UN ANIMAL SÍ UN ANIMAL LES DIGO Y LO ESTUDIO LO INCORPORO EN MI CREACIÓN AH QUÉ MARAVILLOSO DICEN LOS IDIOTAS

El señor empapado de un lado y seco por el otro

Como moco desubicado en cara de doncella

No hay bella que no me niegue y que me esquive

Pues prohíbe el buen gusto generalizado

Que uno exhiba como naturalizado lo que

Dios o el Diablo han vomitado

Y como no encajo en esta pintura de grandes glorias

Seré el tajo en el cuadro de la historia, una escoria

inevitable y maloliente que no tapará ni el naciente

Ni olvidará el poniente, pues que sepa el Sol

Como la Luna, que no hay contra lo que he planeado

Ni remedio ni vacuna

han tornado en un lecho amable de pavoneos amorosos y torniquetes sexuales han abierto sus piernas para que les creciera un nuevo miembro

Y naciera así un tercer género

El de la igualdad

Ya es el invierno de nuestro descontento

enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas.2

Lenka, déjeme contarle algo. Dicen que el ciervo antes de morir va a una pradera y se revuelca entre las flores para que el aroma de los lirios confunda a los suyos, a su familia, a sus crías, y que, de esa forma, ninguno lo pueda seguir en el bosque. De esa manera, logra agonizar solo y sin que nadie lo vea morir.

LENKA. La idea es bella.

A usted le encanta la idea de que un joven de poco más de veinte años se mate a raíz de una obra suya. El mito romántico en todo su esplendor. La idea le fascina. Pero ni usted es Goethe ni su obra tiene la inmensidad de La pasión del joven Werther por la que los jóvenes se suicidaban en Alemania. Sáquese esa idea de la cabeza. Vinko tenía razones más importantes por las que matarse.

En una entrevista usted dijo una vez que el arte no podía cambiar el mundo pero que sí podía cambiar la vida de una persona. Bueno, de alguna manera, su obra cambió mi vida, señor Blanco. Porque lo que más me afectó de la muerte de mi hijo no es la muerte misma, soy creyente y creo en la resurrección de las almas, sino que lo que más me afectó es la forma violenta en que lo hizo. ¿Me entiende? Lo que me persigue día y noche y lo que me va a perseguir hasta el final de mis días, es justamente la teatralización macabra de su acto.

lo que está muerto lo vivifico, Lenka. Lo resucito. Por eso hubiera querido poder hablar de Vinko en esta nueva obra.

. No lo es. Pero el suyo tampoco. Me refiero a su trabajo de escritor. A mí la gente se me muere, pero usted, en su caso, los mata.