Yo creo que sí, porque si uno lee contemporáneos, corre el riesgo de leerse a sí mismo. Al fin y al cabo, todos los escritores de una misma época se parecen. En cambio, si uno lee a escritores del siglo XVII, o si quiere ir más atrás, del siglo XIII, o si quiere ir más atrás, los clásicos griegos, está leyendo a gente muy distinta. Entonces se pueden encontrar muchas novedades.