La poesía no puede derribar a una dictadura, pero sin poesía no hay ninguna posibilidad de derribarla. Si los seres humanos no fuesen capaces de esa extrema delicadeza que es escribir poemas, la violencia sería lo natural, pero porque existen los poemas, la violencia, las matanzas, la tortura, los genocidios, son mucho más monstruosos. Porque si en lugar de torturar a alguien tenemos la posibilidad de tenderle una mano o de abrazarlo, el asesinato es más asesinato y el asesino más asesino.
El arte consiste también en poner frente a lo que es, lo que podría o debería ser. Una obra de arte no cambia un régimen, pero sintetiza todo el vigor del pueblo en el que surge. Si un pueblo se quedara sin arte, no tendría sueños, es decir, no tendría siquiera la posibilidad de cambiar.