Gracias, pero ya tengo suficiente conmigo misma. Menuda carga sería tener que tirar de los dos con lo que nos gusta complicarnos la vida. Sin embargo…
—Continúa. —Tiene la mirada brillante.
—Se me ocurre que podrías quitarte el bañador. Si te atreves. O si te da igual que en cualquier momento aparezca por aquí una feliz familia para disfrutar de un pícnic y te toque salir del agua tal como llegaste al mundo.
Will sonríe y, poco después, lanza el bañador hasta la orilla. Me río, porque me encanta esto. Me encanta pasármelo bien con él. Me encanta sentir que en este instante no necesito a nadie más. Me encanta comportarme de forma estúpida a su lado.
—Escandalicemos a familias felices —dice.