Charles Gorman se convirtió en sospechoso después de que los detectives encontraran un manifiesto especificando con detalles explícitos cómo pensaba matar a los alumnos, con detalles sobre cortarles la yugular y utilizar los hierros puntiagudos de la reja para empalarlos. Tras delinear los planes en su diario, Gorman cumplió al pie de la letra lo que prometían sus palabras.