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Terry Eagleton

Cómo leer un poema

  • Anafez uma citaçãohá 3 anos
    el poema sobrevive a la tragedia de la que deja constancia.
  • Iranyelafez uma citaçãohá 10 meses
    el lenguaje de un poema es constitutivo de sus ideas.
  • Andrésfez uma citaçãohá 3 anos
    el lenguaje de un poema es constitutivo de sus ideas.
  • Liah Annhfez uma citaçãohá 5 anos
    idea de que los teóricos de la literatura acabaron con la poesía porque, con sus marchitos corazones y sus hipertrofiados cerebros, en realidad son incapaces de detectar una metáfora, por no hablar de una emoción sincera, es uno de los más obtusos tópicos de la crítica de nuestra época
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 4 dias
    Como ya hemos visto, el culto por lo concreto nació en este periodo; y las imágenes se consideran característicamente sólidas, vívidas y específicas. Pero ésta es una creencia errónea. Hay muchísimos símiles y metáforas, y no escasean en, por ejemplo, la poesía isabelina, que no son particularmente sensoriales. Puede haber nebulosas imágenes generales al igual que imágenes fascinantemente específicas.
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 4 dias
    La teoría de la imaginería es, por lo tanto, un embrollo. Cierto crítico nos explica que «la imaginería es una forma de metáfora o de lenguaje figurado, una forma de lenguaje descriptivo»
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 6 dias
    la esencia misma de la imaginación poética, que diferencia, combina, unifica y transforma. Además, si nuestro conocimiento de la realidad involucra la imaginación, entonces las imágenes literarias son cognitivas, no meramente decorativas. Ya no podían despreciarse como embellecimiento superfluo. Al contrario: se asentaban en el centro mismo de lo poético. La retórica y la realidad ya no estaban de uñas. La metáfora era ahora más o menos equivalente a lo poético propiamente dicho. Era una privilegiada y suprema actividad del espíritu, no ya un mero recurso retórico.
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 7 dias
    lenguaje vuelve la realidad vívidamente presente para nosotros, pero para lograr eso adecuadamente debe dejar de interponer su desgarbada mole entre ellas y nosotros. Por lo tanto, el lenguaje poético logra el culmen de su perfección cuando por fin cesa de ser lenguaje. En su cúspide, se trasciende a sí mismo.

    Las imágenes, según esa teoría, son representaciones tan inteligibles que dejan ya de ser representaciones, y se confunden con la cosa real. Lo que quiere decir, siguiendo tal argumento, que ya no tratamos con poesía, que no es nada más que un fenómeno verbal. F. R. Leavis escribe sobre ese tipo de poesía que «tiene tal vitalidad y cuerpo que nos cuesta creer que estemos leyendo disposiciones de palabras […] El efecto total es como si las palabras se apartaran de nuestro foco de atención y fuésemos conscientes sin mediación alguna de un entramado de sentimientos y percepciones»[11]. Resulta irónico que desde este punto de vista, la poesía pueda crear impresiones de lo real más poderosamente que las artes visuales. Cuando contemplamos el cuadro de un paisaje, sabemos que lo que vemos no es el paisaje mismo, precisamente porque el cuadro es en sí mismo un objeto visual, algo que se separa de lo que representa por el hecho mismo de serle fiel a esto último. Pero cuando el medio de representación no es visual, como ocurre en la poesía, esto no resulta tan obvio.
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 7 dias
    El término «imagen» en cierto modo es engañoso, pues sugiere lo visual, y no toda la imaginería es de este tipo. Auden, por ejemplo, es célebre por sus imágenes que emparejan lo concreto y lo abstracto: «Anxiety receives them like a Grand Hotel» [«La ansiedad los recibe como un Gran Hotel»]; «And lie apart like epochs from each other» [«Y yacen separados como las épocas entre sí»].
  • Eglin Steffenfez uma citaçãohá 7 dias
    Finalmente, tratemos someramente la imaginería. Igual que la rima, la métrica y la textura, las imágenes también implican la interacción de diferencia e identidad. Los símiles y las metáforas recalcan afinidades entre elementos que también reconocemos como diferentes; y cuanta más atención prestemos a la similitud entre ambos términos, más relevancia cobrarán sus diferencias. La metonimia relaciona elementos de un modo contiguo (pájaro / cielo, por ejemplo), creando así una equivalencia entre cosas que sabemos dispares. La sinécdoque sustituye la parte por el todo (el ala por el pájaro, por ejemplo, o la corona por el monarca), y las partes y el todo quedan al mismo tiempo diferentes y unidos.
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