Aunque leer sobre la vida de quien escribe no siempre deja la misma sensación de lo que escribe (y qué bueno, en muchos casos), siempre es muy curioso vislumbrar cómo era en la realidad...
Con una prosa excepcional, Mariana nos embarca en un proceso de construcción y de-construcción de la vida de Silvina Ocampo y sus múltiples dimensiones: la que sufre, la que goza y preserva el mejor humor de su círculo, la que teme enfermar, la vidente, la bruja, la que odia/ama la comida, la que teme olvidar, la que ama, la que ríe. Todas ellas encarnan a una única Silvina, la que escribe. Silvina la ‘escribidora’; la que escribe en recibos, servilletas, recetas médicas y un sin fin de etcéteras. Este libro más que una biografía es una conversación íntima entre la autora, Silvina, sus amores y sus textos. Ojalá Mariana hubiese podido conversar con Ayax, la perra de Silvina, seguro habría tenido mucho que aportar.
Me gustó mucho conocer a Silvina, nunca había escuchado de ella. Todo un personaje, talentosísima escritora a la sombra de su esposo.