Años de casa

Hay telarañas por toda la casa,
mi sobrino las señala preocupado
sin saber que lucha con la indiferencia
que me acecha en los momentos
en los que nadie pregunta por este abandono,
por este polvo tirado en las cosas
como si fuese harina sobre la mesada.
Así son mis días,
calientes desde afuera.

Intentar tropezarme
y rasparme las rodillas
para compartir el aguade tu boca
es el segundo juego que aprendí.

Me calienta los pies
tu manera de intentar.

Mi mamá era un árbol plantado en la casa
y después llegó el viento.

Vi un cartel en tu pared que decía que te ibas a quedar
y me dio esperanzas.

y al final las cosas se parten por el peso del estancamiento

A veces pasa
que todo lo que podemos saber
de alguien en el mundo
es esto: se sienta junto a la ventana,
toma café, mastica, busca
con el cuchillo el punto tierno
de la fruta

y que la fatalidad no es menos fatal
si te la cuenta un desconocido

La parte más violenta la guardo para mí

Ser dos o más es elegir