“La Maestra”
por Sheccid Larissa Segovia Roque
En la escuela nunca he sido la mejor, y para ser sincera, tampoco me interesa serlo. Para mí, las aulas son fábricas donde moldean mentes para servir al capital, un juego que no quiero jugar. Las aulas son lugares fríos, sin color, sin contacto con la naturaleza, donde nos separan en filas ordenadas, cada uno en su banca, como piezas de un rompecabezas sin alma. Todo se reduce a escalar en una calificación numérica que no dice nada sobre quién eres. Sin embargo, no aprobar mis materias me frustra. Sé que el sistema está diseñado para que dependa de él, y reprobar significa quedar atrapada más tiempo en esta rutina absurda, alejándome de los placeres que realmente me importan.