Wink Poppy Midnight

danzaron por sus mejillas como danzaban las estrellas en el cielo.

Estar con Wink era, de algún modo, como estar solo, pero no sentirme solo.

Si iba a llevar una vida de desesperación, no sería silenciosa sino atronadora.

El aire olía a flores silvestres, a hierba y a nieve.

Podía oír la sonrisa en su voz, sentirla en sus

dedos, yemas de fresa apretándome la mano.

mercado de los

duendes:

Por tu bien en el valle me aventuré y a todos los duendes enfrenté. Cómeme,

bébeme, ámame. Héroe, Loba, tratadme bien.