Pero también es cierto que las experiencias llevadas a cabo hasta ahora arrojan resultados y valoraciones irregulares, desde las más positivas hasta las que citan serios problemas de convivencia que se agravan con el tiempo y echan a perder planteamientos interesantes e ilusionantes. En realidad, tal y como he indicado en el apartado de dosis y sostenibilidad, hay un cierto carácter obsesivo y saturador en la convivencia diaria, cotidiana, forzosa, sin alternativa.