La poética de la ensoñación

Al escribir, descubrimos en las palabras las sonoridades interiores

A veces las palabras son infieles a las cosas. Intentan establecer sinonimias oníricas de una cosa o de otra.

cuál es esa palabra que mueve las cortinas

¿Qué era realmente lo que hinchaba las cortinas del cuarto de Edgar Poe: un ser, un recuerdo o una palabra?

Qué era realmente lo que hinchaba las cortinas del cuarto de Edgar Poe: un ser, un recuerdo o una palabra

Les mots rêvent qu’on les nomme

[Las palabras sueñan que se las nombra]

Aunque Valéry diga[34] “que sólo nos comprendemos a nosotros mismos gracias a la velocidad de nuestro pasaje por las palabras”, la ensoñación, la lenta ensoñación descubre las profundidades en la inmovilidad de una palabra.

Una hipótesis singular —incluso aventurada— excitará siempre más nuestra ensoñación que una sabia demostración

De lo familiar amado a lo sagrado personal no hay más que un paso. Muy pronto el objeto se convierte en un amuleto que nos ayuda y nos protege en la vida.

En nuestra vida de civilizados de la época industrial, estamos invadidos por los objetos. Cada objeto representa una multitud de objetos. ¿Cómo, entonces, tendría “poder” un objeto, puesto que carece de individualidad?