No le preocupaban los escándalos. Él era el escándalo…Corría el rumor de que Channing Deveril, fundador de la Liga de Caballeros Discretos, estaba cansado de calentar la cama de las mujeres. Pero, al encontrarse con la atractiva Alina Marliss se presentó ante él su encargo más ambicioso…Alina estaba acostumbrada a jugar con el escándalo, de modo que la brillante seducción de Channing era una complicación que no necesitaba. Tal vez anhelara sus caricias diestras, pero no tenía intención de perder la cabeza, y mucho menos el corazón, por el libertino más famoso de Londres.