Las Guerras Apaches fueron el conflicto más largo librado por Estados Unidos, que se prolongó durante un cuarto de siglo y marcó la historia del suroeste americano y el norte de México. Una tierra de frontera inhóspita y desolada, infestada de bandoleros, donde cada planta tenía una púa, cada insecto un aguijón, cada pájaro una garra y cada reptil un colmillo: la Apachería. Durante más de dos décadas, los guerreros apaches, duros como su tierra, fogueados por siglos de lucha contra los españoles, pelearon contra los intentos mexicanos y estadounidenses por acabar con su forma de vida. Su conocimiento del terreno, su movilidad y una cultura guerrera que no conocía la misericordia, les convirtieron en un enemigo terrible y formidable. En Las Guerras Apaches. Polvo y sangre en la última frontera del salvaje Oeste, Paul Andrew Hutton relata este legendario conflicto, tan presente en el imaginario popular, tan pleno de heroísmo como de brutalidad, con un pulso que consigue trasladar la intensidad del drama y ponerse en la piel de ambos bandos, haciendo justicia a los nombres legendarios de Gerónimo, Mangas Coloradas, Cochise o Victorio. Como hilo vertebrador, Hutton revive la experiencia de individuos cuya vida discurrió a medio camino entre los dos mundos, como el legendario explorador y cazarrecompensas tuerto Micky Free o como Apache Kid, el último indio libre. Cuando el humo de la pólvora se disipó y Gerónimo se entregó, resignado a una vida en la reserva, para acabar siendo expuesto como una atracción en la Exposición Universal de San Luis en 1904, la mítica era del salvaje Oeste había terminado.