—¿Confías en mí? —le preguntó Alice en voz baja.
—Eso no es...
—Di sí o no, Rhett. ¿Confías en mí?
Él apretó ligeramente los labios, pero no tuvo que pensarse la respuesta.
—Sí. Claro que confío en ti.
—Entonces, no dejes que el miedo anule tu confianza.
Rhett esbozó un amago de sonrisa irónica.
—Eso es demasiado chantaje emocional incluso para ti.