Miedo es la palabra peonza
con la que jugamos
a echar otra partida,
la palabra ruleta,
la palabra yoyó.
El miedo nos sacude,
pero no le hemos quitado aún el polvo
a tanta vida esparcida en el asfalto.
Miedo.
Y nadie nos enseña cómo vivir
salvaguardando el interés de un niño
queriendo saber
dónde se ha escondido el monstruo.