—Las monarcas no viajan —explicó la maestra—. Las monarcas migran.
—¿Por qué migran, si es tan peligroso? —insistió la niña.
—Porque si no lo hicieran morirían de frío en el invierno canadiense. Algunas veces, Juani, quedarse no es opción, pues tu entorno deja de ser un buen lugar para vivir.