El segundo libro que leo de Ishiguro y otra vez me he encontrado llorando. Este hombre sí sabe penetrar en las emociones
Me gustan las historias que habitan lo cotidiano, y "Nunca me abandones" es una de ellas. A lo largo del libro, Kathy nos habla con un tono contenido, casi neutro, que vuelve inquietante la forma en que acepta su destino sin cuestionarlo.
Se centra por completo en su historia, su vida, sus sueños. Apenas si insinúa los horrores que existen en su mundo. “No sé cómo eran los centros donde estuvisteis vosotros, pero en Hailsham…”, dice, y en esa frase noto cómo la infancia que les ofrecieron como refugio sigue protegiéndola, incluso después de haber crecido y vivido rodeada del dolor de quienes, como ella, fueron creados para desaparecer.
Kathy no se detiene a hablar de lo agotador que puede ser su papel como cuidadora, pero comparte su pasado, sus dudas, sus sueños, sus arrepentimientos. De cierta forma, la vemos crecer como lo hicieron sus custodios, aprendiendo y a la vez ignorando lo que implica su existencia. Por eso, esa frase —“Pobres criaturas. Me gustaría tanto poder ayudaros.”— toca algo muy profundo, porque deja claro que, incluso con compasión, hay una barrera insuperable.
Me conmueve el punto de vista desde el cual se narra. Nos presenta a personas que se sienten cercanas, y eso hace aún más dolorosa la forma en que el resto del mundo las margina por su origen y su destino. Su inocencia me sorprende: a pesar de todo, ellos, absorbidos por el deseo de vivir, apenas logran ser conscientes de cómo los perciben los demás.
Se intuye que, dentro del horror general, tuvieron algo de suerte. Y esa suerte —esa burbuja llamada Hailsham— nos habla, por contraste, de quienes no la tuvieron. El libro no cuenta su historia, pero la sugiere. Queda a la imaginación del lector llenar ese vacío, y en ese hueco late un dolor más profundo.
César Aira dice que es la novela más triste de la historia, e igual y tiene razón.
Ok, pero Ruth súper tóxicaaa.