sentido casi patológico de inseguridad ruso descrito magistralmente por el diplomático estadounidense George Kennan en su «telegrama largo» ya en 1946: «Al fondo de la neurótica mirada del Kremlin sobre los asuntos internacionales reside el tradicional e instintivo sentido de inseguridad ruso. Primero fue la inseguridad de un pueblo agrícola pacífico intentando vivir en llanuras amplias y expuestas en vecindad a pueblos nómadas feroces. A esto se añadió, en cuanto Rusia entró en contacto con un Occidente económicamente avanzado, el miedo a sociedades más competentes, potentes, más organizadas. Pero este último tipo de inseguridad afligía más a los gobernantes rusos que al pueblo; los líderes rusos siempre han percibido que su Gobierno era relativamente arcaico en su forma, frágil y artificial en su fundamento psicológico, incapaz de sostener una comparativa o contacto con los sistemas políticos de los países occidentales.