Registro aquí la actividad de los nervios ópticos, de las papilas gustativas, de la percepción sensorial, y pienso: tan solo soy una gota en el océano de la materia, una determinada gota, consciente de su existencia. De todos los millones de gotas, también yo era potencialmente todo al nacer, y también yo fui constreñida, limitada, moldeada por mi entorno, por los accidentes de mi herencia.