El resultado fue una serie de comisiones de investigación y libros blancos: la Comisión Hayward en 1920, el Libro Blanco de Churchill en 1922, la Comisión Shaw en 1929, el Informe Hope-Simpson en 1930, el Libro Blanco de Passfield en 1930, la Comisión Peel en 1937 y la Comisión Woodhead en 1938. Sin embargo, todos estos documentos no hicieron sino recomendar la adopción de medidas de carácter limitado para aplacar a los palestinos (la mayoría de las cuales serían revocadas por el Gobierno de Londres debido a la presión de los sionistas), o bien propusieron líneas de actuación que vinieron a agravar aún más su profundo sentimiento de injusticia.