No dejar que se apague el fuego

Pelear significa cosas distintas para personas distintas. Tú sabrás por ti mismo por qué luchas. La abuela me dijo que luchar también puede ser hacer las paces. Me dijo que a veces avanzamos mirando hacia atrás y que a veces avanzar puede ser saber cuándo parar. Pero, bueno, ¡ya conoces a la abuela! Todos tenemos un fuego dentro de nosotros, hasta tú. Ella me contó que tú le habías echado tanto alcohol al fuego que tienes dentro que seguro seguro no se te va a apagar nunca.

Fue la psicóloga de la familia la que nos dijo que escribiéramos cartas pero mamá dice que no nos podemos permitir pagarnos la terapia si lo único que en teoría tenemos que hacer es escribirle cartas a gente que ya no está.

¡Así es la vida!, dijo. Una tiene que quererse pase lo que pase.

Estábamos tan contentas de estar juntas. Yo estaba tan contenta de que mamá estuviese conmigo. Lo digo en serio. Era un sentimiento verdadero. California me había cambiado, colega.

Nos quitaron nuestra fuerza vital. Así que tuvimos que pelear para reclamarla… Luchamos y luchamos y luchamos… Luchamos por amar… Luchamos por amarnos a nosotras mismas… Luchamos por poder acceder a nuestros sentimientos…, acceder a nuestros fuegos… Luchamos por acceder a Dios… ¡Nos arrebataron a Dios! Luchamos por nuestras vidas… Algunos de nosotros perdimos la batalla… Ay, esas cosas pueden hacer que alguien acabe postrado, de rodillas. Es posible.

Estar viva supone contacto cuerpo a cuerpo con el absurdo. Y aun así podemos ser felices.

Había tenido esa aventura con ese hombre porque él la protegía, era bondadoso con ella…, si es que eso era bondad. Era protección, más bien. Lo que hizo fue formar un equipo con ese hombre. Necesitamos equipos en esta vida. Fue un buen instinto. Supervivencia. Estaba luchando, luchando y luchando… por mantenerse con vida. Para volver contigo. Y aquí estamos ahora… ¿Dónde estaba la nitro, cariño? Bueno, esa es la verdad… A veces luchar puede ser hacer las paces…, luchar puede ser hacerse pequeña… ¡Y esa es la verdad verdadera!

Luego me preguntó si sabía lo que era la bioluminiscencia. Seguí aplastando migas con el pulgar y cerré mi boca de bocachancla. Es la habilidad que tiene algo para crear luz desde dentro, dijo la abuela. Como las luciérnagas. Y yo creo que tú la tienes, Swivchen. Tienes fuego por dentro y tu trabajo consiste en no dejar que se apague.

Nunca se ganan los partidos de la misma manera, siempre hay que ajustar, cambiar, pensar. La defensa es siempre clave. Hay que mantener la guardia.

la oigo hablar sobre esos tiburones que sobreviven haciéndose los muertos. Y sobre la bioluminiscencia. Y sobre mamá. Y sobre ti. Y sobre el fuego que tenemos dentro. Y sobre luchar. Y sobre el abuelo y Momo. Y sobre lo que es luchar, incluso cuando es hacer las paces.