Ensayos I

Carta a una fábrica de caramelos de menta”

La niña cavó una zanja enorme y se acostó a dormir adentro. “Pero sería mucho mejor que durmieras para siempre”, dijo la madre.

Nos explicó que se sentaba a la máquina de escribir y redactaba unas diez frases. Luego las ponía a un lado, y después de un rato las volvía a leer. Podía darse el caso de que, entre diez, una le pareciera lograda, y entonces la conservaba.

“Un hombre quiere hacerse querer por un avión”.

“Un pato muy querido acaba en la olla por equivocación”.

“Marido y mujer descubren que sus hijos son falsos”.

“Dos viejos, gemelos de verdad, se turnan para vivir”

Russell Edson, The Very Thing That Happens.

A. L. Snijders o del suizo Peter Bichsel

Epitafio de un pequeño ganador del brasileño Machado de Assis

Jane Bowles o la brasileña Clarice Lispector o la suiza Regina Ullmann

Es posible, dije. Pero, en realidad, si recuerdas: primero, mi padre estaba enfermo aquel viernes, luego nacieron los niños, luego tuve aquellas reuniones de los martes por la noche, luego empezó la guerra. Luego, era como si ya no les conociésemos. Pero tienes razón. Debería haberles invitado a cenar.

Beckett, Kafka, Borges e Isaak Bábel.