Amanecer

—Bella, te amo. Bella, lo siento.

Te quedas sin opciones cuando amas a tu potencial asesino. ¿Acaso es posible huir o luchar si eso causa un grave perjuicio a quien quieres? Si la vida es cuanto puedes darle y de verdad le amas por encima de todo, ¿por qué no entregársela?

Había escapado una y otra vez, cierto, pero continuaba viniendo a por mí.

Únicamente lo conocido es seguro y aceptable. Lo desconocido es... vulnerabilidad.

—¿Bella? ¿Bella, amor?

Bella, tú nunca has sido sólo bonita.

El hijo de Ephraim Black no ha nacido para seguir al de Levi Uley.

Pero yo no usaría la palabra «hermoso» —continuó él—. No cuando tú estás aquí al lado para poderte comparar.

«tanto como duren nuestras vidas».

Por siempre y para siempre jamás