le fue difícil visualizar la primera escena, sabía que ese solía ser el primer paso. En su mente, y en seguida en la escritura que empezó a generarse, una mujer se vestía con cierto apuro en una habitación de hotel tras hacer el amor con un extraño, quien permanecía dormido. Lo miró con una ternura que le resultaba del todo inédita. Joven, varonil, desparramada ahora su espléndida desnudez con sus partes al aire, se veía del todo indefenso, y como muy muy cansado.