Porque claro, ¿cuál sería, respecto al género, una practica bisexual? La única respuesta válida la tenemos en el segundo término: teniendo esas prácticas afectivas o sexuales de forma simultánea con personas de distintos géneros. Si haces un trío (o tienes una relación no monógama) con un chico y una chica, por ejemplo, ya tienes el sellito. Por eso una mujer bi que ha estado toda la vida con chicos y de pronto tiene una relación de pareja longeva con una chica será leída como lesbiana que por fin ha hecho las paces consigo misma, y viceversa —no olvidemos, además, la fuerte carga identitaria que tiene el amor romántico, que nos define y sitúa definitivamente.