ejemplo, si tu horizonte temporal es largo, puedes esperar a que tus inversiones se recuperen si el mercado se hunde.
Propensión al riesgo: si crees que te daría un ataque de pánico al ver descalabrarse tus inversiones, probablemente no quieras tener ninguna que entrañe demasiado riesgo. Si puedes vivir con las fluctuaciones de precio, podrás correr más riesgos.