PD. Todavía te quiero

A veces me gustas tanto que no puedo soportarlo. Me llena por dentro hasta arriba del todo, y siento como si fuese a desbordarme. Me gustas tanto que no sé qué hacer al respecto. El corazón me late a toda prisa cuando sé que volveré a verte. Y entonces, cuando me miras como me miras, me siento la chica más afortunada del mundo.

«Kavinsky, qué romántico eres».

—La sociedad está obsesionada por avergonzar a la mujer que disfruta del sexo, pero aplaude al hombre por hacer lo mismo. Mira, todos los comentarios hablan de lo zorra que es Lara Jean, pero nadie dice nada de Peter, y está allí con ella. Es una doble moral ridícula —interviene Margot.

Ahora sé que no quiero amar o que me amen a medias. Lo quiero todo y, para tenerlo todo, hay que arriesgarlo todo.

Basta de redes de seguridad. Puedes romperme el corazón. Haz lo que quieras con él

El primer amor no tiene por qué ser el último, pero siempre será el primero, y eso es especial. Los primeros son especiales.

—No creo que fuese nuestro momento. Y supongo que ahora tampoco —John me observa, con la mirada firme—. Pero algún día quizá lo sea.

Tal vez las cosas muy muy buenas no estén destinadas a durar mucho, tal vez eso es lo que las hace mucho más dulces, su transitoriedad.

No sabía que pudieses echar de menos tanto a alguien cuando solo está a unos centímetros de distancia.

Qué fácil ha sido cortar. Como si no fuese nada. Como si nosotros no hubiésemos sido nada. ¿Significa que no estábamos hechos el uno para el otro? ¿Que fuimos un accidente del destino? Si lo hubiésemos estado, ¿podríamos habernos separado así?
Supongo que la respuesta es que no estábamos hechos el uno para el otro.