—Encontré el medallón en las trincheras —comenzó a decir—. Estaba con las fuerzas de Dacre. Estábamos avanzando y casi pasé por encima. El brillo del oro captó mi atención en el último segundo, y me detuve para ver qué era. —Se quedó callado mientras arrancaba un hilo suelto de la manga—. Nada más reconocerlo, supe que lo habías llevado puesto, Iris. Me demolió de una manera que no puedo describir. Y estaba decidido a encontrarte y a que los dos escapáramos de la guerra. Estaba… estaba muy cansado y agotado. Tuve que reunir todas mis fuerzas para liberarme del control de Dacre. Si no hubiese sido por el medallón, no creo que pudiera haberlo logrado.