El fracaso del socialismo autoritario, así como la derrota de muchas iniciativas emancipatorias, no significa que miles de hombres y mujeres de hoy, hayan renunciado para siempre al viejo sueño de la igualdad social. El Manifiesto, si bien esbozaba un programa comunista, su mayor énfasis fue puesto en una perspectiva interpretativa de la historia y un análisis crítico del capitalismo y el papel “revolucionario” de la burguesía en la historia. El Manifiesto sigue siendo la mejor descripción, en su género, de la lógica que organiza la modernización capitalista hasta nuestros días.