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Livros
Jorge Gutiérrez Reyna

El otro nombre de los árboles

  • Rafael Ramosfez uma citaçãoontem
    Sus ramas secas crepitaron en el fondo
    del fuego circular de las fogatas
    que otros niños antes de nosotros encendieron
    para espantar el miedo a las lechuzas,
    brujas mentidas,
    ululando en la penumbra espeluznante.
    Los dedos nudosos de sus raíces sujetan
    los tesoros que mis mayores ocultaron
    de la tropa revolucionaria y que en la oscuridad
    reclaman ser desenterrados
    con unos gritos azules de lumbre.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãoontem
    La edad de los árboles

    Al fondo del patio crece un árbol.
    Mucho antes de que mi abuela
    sembrara las primeras piedras de la casa,
    ya en su cumbre maduraba el vuelo de los pájaros;
    por sus laderas empinadas ya fluía
    el lento río de los musgos;
    y en sus faldas los faunos que pueblan
    la espesura de los montes
    celebraban ya cabrunos aquelarres.
    Este árbol es tan antiguo como los rebaños
    de tortugas que deshojan
    los tréboles a su alrededor.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãoontem
    Daniel, estoy pensando
    en tus manos ásperas y rojas en las que ponía
    a las lentas tarántulas que los chubascos
    de septiembre sacaban de sus madrigueras.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãoontem
    agua filtrada a través de las paredes
    de la casa trazó unos mapas verdiazules
    de hongos sobre el yeso; sembró el moho
    su arboleda minúscula en la ropa
    doblada al fondo en los cajones;
    la humedad disolvió la escrupulosa
    tipografía en las hojas de la Biblia
    y mi madre ya no pudo
    leer al borde de mi cama aquella historia
    del profeta enjaulado en las costillas de un gran pez.

    Entre los adoquines
    el musgo urdió su laberinto por el patio;
    las manos de la enredadera cegaron las ventanas.

    Tiempo después metí un par de libros
    en la maleta (sin saber que entre sus páginas
    había una nota de despedida de mis padres)
    y crucé los umbrales de la puerta.
    Había crecido a la par de los verdes de la casa.
    Por más que tallamos no pudimos nunca
    arrancar los tenaces árboles del moho
    de las camisas blancas.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 16 dias
    Del otro lado la noche es de los árboles:
    el aire se columpia en la llanta
    y cruje la rama del nogal,
    desde las nopaleras me mira
    con sus ojos de fósforo el cacomixtle.
    A esta hora los desconozco:
    han perdido sus verdes
    porque en la noche abierta del campo
    todas las cosas son azules.
    Los árboles murmuran un conjuro,
    pronuncian las palabras que olvidamos
    al fondo de las pesadillas.
    No alcanzo a entenderlos pero me sé
    un intruso en su ritual antiguo.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 17 dias
    Donde hibernan las tortugas

    Luego de pastar algunos meses,
    Bartola escoge un rincón
    del patio y se medioentierra
    para afrontar las escarchas del invierno.
    La hojarasca sobre el caparazón
    va levantando un montículo amarillo:
    debajo la tortuga sueña
    con los primeros brotes de los tréboles.

    No se extinguieron los dinosaurios.
    Al volar sobre las montañas,
    pienso que han dormido durante largas eras
    en una hibernación proporcional a su tamaño.
    Una mañana se sacudirán de los lomos
    los peñascos, la arboleda, las parvadas
    y asomarán, todavía adormecidos,
    por encima de la niebla
    penachos de púas, crestas, largos cuellos.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 19 dias
    llama mi abuela para preguntar
    si sigo en pie.
    Con el teléfono entre el hombro
    y la oreja devuelvo a los libreros
    a dos o tres arrojadizos,
    como recoge la mañana sus pedazos
    y se apresura
    para llegar puntual al mediodía.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 19 dias
    “¿Que si habrá un gran terremoto?
    Lo habrá pero ni yo puedo decirles
    el día ni la hora: el Quinto Sol
    terminará con una brusca sacudida
    del monstruo y tendremos que ofrecer
    —dice burlona— algunos corazones
    a la Señora de la Tierra
    para que siga posponiendo el cataclismo.
    En cambio, les puedo asegurar
    que seguirá temblando
    y habrá que acostumbrarse
    a convivir con los temblores
    como con los perros de la Inquisición,
    las multitudes lúbricas del metro,
    las ratas despanzurradas sobre la banqueta,
    con el agua hasta el cuello
    y la sed en la garganta, con la idea
    de que no saldré ni muerta del convento.
    Grietas incurables en la espalda
    de esta urbe
    que no termina
    de romperse.”
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 19 dias
    Yo extraño a veces la casa de mis padres,
    cercada de las sierras, donde un patio
    se sonroja ante la terca
    coquetería del otoño y el sueño
    se desliza sin pausas hasta el alba.
    Donde nunca tiembla.
    Vecinos,
    ¿por qué nos quedamos
    después de tantos siglos
    en esta ciudad?
    A esta hora mi abuela
    debe estar picando
    las cebollas para la comida.
    Hasta el próximo temblor, vecinos míos.
  • Rafael Ramosfez uma citaçãohá 19 dias
    ¿No hubo entonces Atlántida?
    Explícanos, Juana Inés, cómo entonces
    apuntan a lo alto las pirámides
    y en códice y sarcófago perfilan
    los dioses su bestial fisonomía
    en uno y otro lado del océano.
    ¿No es ello prueba del antiguo puente
    entre aquél y este Nuevo Mundo?”
    “No faltará en el futuro quien discuta
    esta teoría de las placas sobre la esfera.
    Quizá hubo Atlántida
    y los peces tal vez naden
    entre la columnata de un templo sumergido.
    A lo mejor la tierra,
    como creían los mexicanos,
    no sea sino el lomo,
    que de vez en cuando se estremece,
    de un enorme reptil cuyas escamas
    son los bosques, de un dinosaurio
    que chapotea sobre las aguas.”
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